Un emprendimiento social es aquel en el que se aplican estrategias de negocios tradicionales para satisfacer las necesidades de la sociedad. Quienes emprenden en este sector, ponen en marcha proyectos, empresas o instituciones que buscan soluciones a problemáticas sociales para beneficiar a un grupo de personas por encima de una remuneración económica personal.

El propósito principal de este tipo de emprendimiento es lograr cambios a grandes escalas a partir de actividades empresariales o socio-comunitarias; y en el país, aunque es un sector que se encuentra en pañales, hay varias instituciones e iniciativas, jóvenes y no tan jóvenes, que trabajan bajo estos lineamientos; ejemplo de ello son: Amigos Contra el Cáncer Infantil, Yo También Puedo, Pasitos de Alegría y Fundación Humanidad.

Cada una de estas instituciones, que entran dentro de la categoría sin fines de lucro, trabajan en función de solucionar problemáticas distintas, y bajo la dirección de admirables visionarias, han emprendido un mismo propósito: mejorar la vida de cientos de niños y adultos de sectores vulnerables de la República Dominicana.

 POR UNA INCLUSIÓN PARA TODOS

La Fundación Yo También Puedo nació con el compromiso de trabajar para las personas con necesidades educativas, especialmente con discapacidad cognitiva. Sus fundadoras, Marcell Berrido y María Esperanza Haché, crean proyectos educativos para niños, jóvenes y adultos con Síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral o hidrocefalia, a través de eventos sociales que educan y sensibilizan.

Marcell Berrido, fundadora de la Fundación Yo También Puedo.

 “Todo empezó cuando mi socia y yo éramos estudiantes de la carrera de Educación, y teníamos la inquietud de qué íbamos a hacer con los conocimientos que teníamos. Estábamos conscientes de qué era lo que sabíamos y lo que nos gustaba hacer, pero queríamos hacerlo de una manera que realmente impactara y aportara algo a nuestra sociedad. Ahí fue cuando identificamos que había una gran cantidad de niños y jóvenes con discapacidad cognitiva que carecían de programas educativos con metodologías modernas y adecuadas para que pudieran formarse. Así que emprendimos con la creación de una iniciativa que diera paso a una verdadera inserción social, una inclusión educativa, y posteriormente una inclusión laboral”, explicó Marcell Berrido.

Según Berrido, emprender en este sector supuso grandes retos. “No fue fácil. Teníamos una idea especial y decidimos hacerlo de una manera que no se estaba haciendo en nuestro país. Teníamos que hacer que esa idea fuera rentable y creo que para los emprendedores sociales, que trabajamos con tanta pasión, ese es el gran reto: transformar ese enamoramiento en una realidad que pueda ser rentable y sostenible”, subrayó.

Para lograr este objetivo, las emprendedoras pusieron en marcha cinco claves:

  •  Trabajar con pasión. “Entregarse a la causa a la que nosotros decidimos aportar”.
  • Tener una visión y principios muy claros. “Alimentar esa parte racional que define los principios, lo que vamos a hacer; estar conscientes de lo que sí podemos hacer y lo que no podemos hacer”.
  • La capacidad de aprender e integrar los conocimientos. “Conocer qué aporta la ciencia y otras áreas para sumar a lo que estamos haciendo”.
  • Aprender a adaptarnos. “Vivimos en un mundo en constante cambio, y si no aprendemos a adaptarnos, lo que estamos haciendo puede perder el sentido”.
  • Trabajar en equipo. “Rodearse de personas con diferentes opiniones, con mucho más experiencia que nosotros, que puedan aportar al proyecto; realizar alianzas estratégicas con otras instituciones que también trabajan para la causa de una forma diferente o que, aunque no trabajan para la causa, puedan aportarnos”.

Yo También Puedo comenzó sus operaciones hace más de ocho años.Iniciaron con dos proyectos distintos dedicados a la estimulación de niños, niñas y jóvenes con necesidades educativas especiales. Hoy en día, cuentan con cinco proyectos y trabajan para incluir aún más, con la finalidad de lograr una verdadera inclusión.

EN SOLIDARIDAD CON LA INOCENCIA

Alexandra Matos, fundadora de
La Fundación Amigos Contra el Cáncer Infantil (FACCI).

La Fundación Amigos Contra el Cáncer Infantil (FACCI) es una institución que inició como un grupo de amigos, que -bajo la dirección de Alexandra Matos- visitaban el Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral con la misión de realizar una pequeña obra solidaria. “Éramos un grupo de mujeres que íbamos a llevar medicamentos al hospital; pero, durante una de esas visitas el cáncer infantil impactó mi vida. Ahí nació un propósito que iba más allá de ver con el corazón y me motivó a buscar soluciones que a la larga nos permitieran salvar la vida de los niños con cáncer del país”, explicó Matos.

Así fue como en el 2003, bajo decreto No. 993 del 9 de octubre, nació Facci una institución que vela por mejorar la condición de niños y niñas de 0 a 17 años con cáncer, ofreciendo asistencia de manera integral para contribuir en el aumento de la sobrevida y la calidad de niños y adolescentes. Esto con el apoyo de empresas nacionales, alianzas estratégicas con instituciones internacionales y las manos solidarias que se suman a la lucha por la causa cada año.

“El camino recorrido no ha sido fácil, pero hemos obtenido resultados satisfactorios, logrando salvar la vida de niños con cáncer como queríamos. En el 2005, comenzamos con una sobrevida de un 25%, y al día de hoy todas las patologías de cáncer en el Hospital Infantil están en un 82% de sobrevida”, manifestó Matos.

Para esta visionaria, estos números representan el resultado del esfuerzo y trabajo constante de un equipo de personas que no solamente ve desde el corazón, sino que persigue un mismo propósito, que entiende que el éxito depende de la dedicación constante.

SENSIBILIZANDO SOBRE LA COMUNIDAD SORDA EN RD

Miguelina Román, creadora de la Fundación Humanidad.

 Sólo un 8% de las cerca de 97,735 personas sordas que viven en la República Dominicana tienen acceso a la educación. Partiendo de esta premisa, nació la Fundación Humanidad, una entidad que busca revindicar a la comunidad sorda y con Síndrome de Usher.

“Nuestra fundación persigue un objetivo: transformar la vida de los sordos que viven en el país. Creemos que a partir de la ejecución de estrategias que garanticen la educación y la inclusión de las personas sordas en la sociedad, podemos mejorar las condiciones actuales en las que viven estas personas, que son únicamente sordas”, explicó la CEO de la Fundación Humanidad, Miguelina Román, quien de forma anónima ha venido realizando esta labor social desde 1992.

Desde septiembre de 2018, fecha en que la fundación fue constituida formalmente, ha realizado actividades y programas que aumentan el interés de la sociedad. Hasta el momento, la institución cuenta con dos docentes para sordos y próximamente contará con dos psicólogos; uno de Chile y otro de Estados Unidos para brindar apoyo a niños, jóvenes y adultos sordos que han sido abusados sexualmente. “Hemos visitado escuelas en Boca Chica y en Bahoruco; tenemos la responsabilidad del único liceo con inclusión que existe en la República Dominicana, nos hemos reunido con varios directores regionales, organizamos el primer simposio internacional de educación para personas sordas del país, y continuamos realizando alianzas y poniendo en marcha programas que marquen un antes y un después en esta comunidad”, subrayó Román.

LA VOLUNTAD DE CAMBIAR VIDAS PASO A PASO

Silvia Callado, fundadora de la
Fundación Pasitos de Alegría.

El pie equinovaro es una condición congénita en la que un bebé nace con los pies torcidos o invertidos hacia dentro y hacia abajo. Es una enfermedad que de no ser tratada impide que la persona camine sobre sus talones o, en la mayoría de los casos, no camine; una condición que con el tratamiento adecuado puede ser evitada en el 99% de los casos.

Esta es, precisamente, la misión que persigue la Fundación Pasitos de Alegría, que hace más de tres años, bajo la dirección de Silvia Callado y un equipo de profesionales expertos en el tema, tiene como meta erradicar el pie equinovaro de la República Dominicana.

“Creo que todas las fundaciones nacen en el corazón de algo; en mi caso, Pasitos de Alegría nació cuando estaba embarazada y me dijeron que mi hijo venía con pie equinovaro. Nunca había escuchado esa palabra, a pesar de que he tenido el privilegio de una educación universitaria y post universitaria. Lo primero que pensé fue: si eso soy yo, ¿qué será la población en general?”, explicó Callado.

Esta emprendedora social, que se define a sí misma como una persona muy emocional y empática, decidió abrir un espacio para la atención de niños con pie equinovaro y la orientación de los padres sobre la importancia del tratar a tiempo esta condición. “Pasitos recauda fondos, no de personas o de grandes empresas, sino de actividades integrales que permiten despertar en las personas el deseo de servir, ayudar y aportar”, puntualizó

Iniciativas Gubernamentales
El gobierno de la República Dominicana creó el “Programa Nacional de Fomento del Emprendimiento Social”, cuyo objetivo es sensibilizar, capacitar y potenciar una cultura de emprendimiento e innovación social, con la creación de productos o servicios que surjan con la finalidad de resolver problemáticas sociales. El programa busca impulsar los emprendimientos sociales mediante congresos, ferias, diplomados, charlas y foros.

Redacción Revista Emprendedores