Este invento podría ayudar a devolverles la voz a personas con problemas del habla, ya que las gafas leen los labios y tienen una precisión del 95%.

Una nueva investigación de la Universidad de Cornell diseñó unas gafas que utilizan pequeños micrófonos y altavoces para leer las palabras que el usuario pronuncia en silencio.

Ruidong Zhang et al, creador del las gafas silenciosas.

Bautizada con el nombre “Echospeech” por su creador, el estudiante de Cornell Ruidong Zhang, fue fabricada para ayudar a las personas que no pueden vocalizar el sonido.

“Esta tecnología de voz silenciosa podría ser una entrada excelente para un sintetizador de voz. Podría devolverles a los pacientes la voz”, explica Ruidong Zhang.

En su forma actual, EchoSpeech podría usarse para comunicarse con otras personas a través de un smartphone en lugares donde hablar es inconveniente o inapropiado, como un restaurante ruidoso, un hospital o incluso una biblioteca. Y, de forma más ambiciosa, sería un gadget muy interesante para personas con algún tipo de discapacidad en el habla.

Un aporte de la inteligencia artificial habilitar la posibilidad reducir las barreras de comunicación y permitir que personas con problemas del habla se integren perfectamente en la sociedad al ayudarles a expresarse más fácilmente.

¿Cómo funciona?

Este dispositivo con IA reconoce hasta 31 comandos basados en los movimientos de los labios y la boca. El sistema de sonar portátil alimentado por IA, envía y recibe ondas de sonido en la cara y detecta los movimientos de la boca. Luego, un algoritmo de aprendizaje profundo analiza estos perfiles de eco en tiempo real, con una precisión de aproximadamente el 95 %.

«Estamos moviendo el sonar hacia el cuerpo», dijo Cheng Zhang, profesor asistente de ciencias de la información y director del Laboratorio de Interfaces de Computadoras Inteligentes para Interacciones Futuras (SciFi) de Cornell. «Estamos muy entusiasmados con este sistema», dijo, «porque realmente impulsa el campo del rendimiento y la privacidad. Es pequeño, de bajo consumo y sensible a la privacidad, características importantes para implementar nuevas tecnologías portátiles en el mundo real».

De uso discreto

Las gafas están diseñadas para ser discretas y no requieren que el usuario esté frente a una cámara o use un auricular. La interfaz portátil de bajo consumo requiere solo unos minutos de datos de entrenamiento del usuario (por ejemplo, leer una serie de números), antes de que reconozca los comandos y pueda ejecutarse en un teléfono inteligente.

El sistema realiza todo su trabajo mientras descarga el procesamiento de datos (de forma inalámbrica) al móvil, lo que permite que el accesorio sea pequeño y discreto.

Respecto a la versión actual, aporta unas 10 horas de batería, pero esperan mejorar el prototipo. Y, por si preocupa la privacidad, Zhang comenta que ningún dato sale del teléfono, por lo que no hay de qué preocuparse.

Fuente/Texto: Muy Interesantes