Más que un taller, se constituye como un espacio donde la pasión y el conocimiento se toman de la mano para compartir la experiencia de inventar.

Laboratorio de ideas

Roniel Guzmán, CEO de HubMaker Space junto al
Viceministro de Fomento a las PYMES del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), Ignacio Méndez y dos de los emprendedores que forman parte del laboratorio.

Este laboratorio de ideas es definido por el “Movimiento DIY”, que se rige bajo el lema “Hazlo tú mismo” y el “Movimiento DIWO”, que en su traducción al español significa “Hazlo con nosotros”. Según describe, desde el Hub Maker Space se puede trabajar en proyectos del área de la artesanía, la ebanistería, la música, el diseño, la fotografía, la ingeniería y las ciencias, haciendo uso de una mezcla de tecnologías nuevas y tradicionales.

Funciona a través de un sistema de membrecía cuyo costo varía dependiendo de la cantidad de días que se utilicen los espacios, ya sea sólo los fines de semana, cinco días a la semana o todos los días del mes.

Los miembros del Hub, además de conectarse con una comunidad de makers que trabaja en proyectos reales y significativos, obtienen asesoramiento de mentores experimentados para que sus invenciones puedan competir a nivel internacional. “Le ofrecemos a nuestros miembros la oportunidad de que sus invenciones puedan competir a nivel internacional con los equipos de más alta tecnología, y -con ello- resaltar la gran capacidad de creatividad que poseemos los jóvenes del país”, enfatizó el ingeniero mecatrónico.

Entre los programas que ofrece el Hub Maker Space está el “StartUp & Residence”, que consiste en elegir cinco empresas emergentes que hayan permanecido en el espacio por período de un año, con el fin de brindarles la oportunidad de realizar actividades de recaudación de fondos para que puedan iniciar sus empresas. También, cuenta con el “Programa de Apadrinamiento”. Através de este, instituciones tendrán la oportunidad de apadrinar, mediante donaciones, a jóvenes que tienen la capacidad de crear, pero que por razones económicas no pueden costear las membrecías.

El lugar cuenta con áreas de almacenamiento para grandes y pequeños proyectos, un salón de reuniones y conferencias, un estudio fotográfico, un área de tejido y costura, un amplio taller con mesas de trabajo, manufactura, herramientas electrónicas, así como equipos como impresoras y scanners 3D para realizar prototipos. Posee además una tienda de materiales, donde se pueden adquirir hardware, componentes electrónicos, maderas, metales, pinturas, sensores, pinzas, equipos de seguridad, materiales para lectura o artículos “just for fun”.

Construyendo una ciudad de makers

Jóvenes cosnstruyendo apaaratos electrónicos.

Además de servir como un espacio cola­borativo, desde el Hub Maker Space se tra­baja con la misión de lograr que jóvenes y adultos creativos que apuestan por la innovación hagan de Santo Domingo una “ciudad de makers”. Así lo explicó Roniel Guzmán durante el taller “Ciudad de Makers: reinventando nuestra ciudad”, impartido en el marco de la VII Feria Emprendedores de la República Domini­cana.

Según el joven emprendedor, desde que existen las ciudades también han exis­tido personas que identifican necesida­des, y -a partir de ahí- crean soluciones para luego venderlas. La diferencia está que antes eran conocidos como fabricantes e inventores, y -hoy en día- son “makers” o creadores. “Los creativos siempre hemos existido. El tema está en que ahora hemos tenido la oportunidad de potenciar nues­tros conocimientos gracias al desarrollo de la tecnología y hemos sido bautizados con el nombre de makers. A pesar de esto, el objetivo por el que respiramos no ha cambiado, permanece igual que ayer. Este objetivo es crear”, expresó.

Durante su ponencia, comentó que a raíz de la creación del Hub Make Space, su equipo de creativos ha venido dedican­do sus esfuerzos a estudiar qué debería tener y cómo debería de ser una ciudad compuesta por makers. “En el camino des­cubrimos que una ciudad de makers está compuesta por personas que reconsideran lo que es el progreso enfrentando con resiliencia los cambios tecnológicos, que salen a sus co­munidades para ver lo que hace falta, pro­ponen soluciones, las hacen realidad e inte­gran esos nuevos conocimientos al maker”, enfatizó.

Otra de sus estrategias ha sido enseñar al público a entender que el movimiento maker no está limitado a personas que tra­bajan únicamente con el desarrollo de nue­vas tecnologías, sino que está abierto a la participación de todo aquel que tenga la habilidad de crear cosas con sus propias manos. “Es importante entender que todos somos makers. No importa si nos desarrollamos en áreas de innova­ción, robótica, tecnología, carpintería, artesanía, ingeniería, música, diseño u otras. Desde que tenemos acceso a la información y la oportunidad de crear con nuestras manos, formamos parte de este movimiento y de la comunidad de creativos que -en conjunto- conforman una ciudad de makers”, subrayó.