Escrito por Elvira Lora  

Rafael Núñez, Chris Garner, José Andrés Aybar Sánchez y David Collado.

El 24 de noviembre de 2015, a los 79 años, el emprendedor José Andrés Aybar Sánchez comenzó el viaje hacia la eternidad y dejó un legado valorado en los ámbitos de la educación superior, la administración pública y, sin dudas, la innovación.

Nacido al comienzo de la dictadura Trujillista, el 31 de agosto de 1936, testificó como su padre, José Andrés Aybar Castellanos, siendo diputado de la República se mostró austero, sincero, transparente y cercano al pueblo. Recordaba, en una entrevista concedida al periódico El Caribe: “Prefirió comprarse un Charade en lugar de un Mercedes Benz”.

La figura de su padre le enorgullecía, gustaba decir que era parecido en lo físico a él, también en las aptitudes. Pero sin duda, la ternura con que se le recordará al fundador y rector emérito de la Universidad del Caribe (Unicaribe), proviene de su madre, a quien le decía “la doña”. Ana Josefa Sánchez se encargó de educarlo y alimentarlo; de su infancia en el ingenio Cristóbal Colón, en San Pedro de Macorís, añoraba el majarete y el arroz con leche.

Fue el amor que mostró a educarlo a él y a sus hermanos y hermanas, la guía para desempeñarse como secretario de Estado de Educación, en 1995 y hasta 1996, convirtiéndose en el último en ocupar este cargo durante los gobiernos de Joaquín Balaguer.

En esta gestión, que se extendió por un año y cuatro meses, se fijó como meta –y lo logró- unificar las direcciones regionales y crear otras seis nuevas, entre ellas la de Cotuí, la de Neiba y la de Montecristi. En una entrevista al periódico Hoy, hace una década, precisaba: “Lo mejor de haber sido ministro, es haber podido hacer todas esas mejoras que hoy todavía están vigentes y aún se están ejecutando, como las modificaciones a la resolución 1-95”.

Aunque estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y realizó una maestría en Administración Pública, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), su vinculación con el sistema educativo dominicano data 1966, cuando creó la Escuela de Administración de la Universidad Pedro Henríquez Ureña; a principios de los años 70 funda el Centro de Desarrollo Empresarial, el Centro de Estudios Técnicos y la Universidad SETEC. Para la década de 1980 se convierte en rector del Instituto Tecnológico del Cibao Oriental (Iteco), y luego – hasta el año 1994- se desempeña como director del Recinto Santo Domingo de la Universidad Tecnológica de Santiago, UTESA. En la década de 1990 fue nombrado director del Cones, organismo gubernamental antecesor del Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología.

Pese a todas sus hazañas en el ámbito educativo, Aybar Sánchez revelaría en 2014 al periódico El Caribe que su mayor emprendimiento fue Unicaribe, proyecto del cual se encargó de hacer el plan de estudios en 1995, precisamente lo que ha sido catalogado como innovador. “Lo que hice es que el estudiantado pueda asistir, desde cualquier parte del país, un día a la semana. La gente se confunde y cree que es un paseíto y cuando vienen a estudiar se dan cuenta que no es así. Por eso, la deserción que tenemos se produce en los primeros tres meses. El que llega al cuarto cuatrimestre, termina la carrera”, aseguraba.

Aybar Sánchez también fue vicepresidente para la región del Caribe de la Unión de Universidades de América Latina (Udual), y presidente de la Academia Militar del Caribe. En 1996 fue condecorado con el título de Doctor Honoris Causa por las universidades Central del Este (UCE), Federico Henríquez y Carvajal (UFHEC) y el Instituto Dominicano de Periodistas. También fue condecorado con la Orden de Sungrye de Servicio Meritorio de la República de Corea del Sur.