Cuando se habla de emprendimiento sostenible, se habla de un modelo de negocio que se distingue por generar un rendimiento ambiental y financiero positivo, y que al mismo tiempo es socialmente responsable; se trata de iniciativas que están orientadas a atender problemas sociales y ambientales a través de principios de negocio.

Los emprendedores que ponen en marcha ideas bajo esta filosofía siguen la corriente que se plantea en el Informe Brundland, presentado por la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU y dirigido por la ex-primer ministro de Noruega Gro Harlem Brundland. En dicho documento se propone la posibilidad de obtener un crecimiento económico basado en políticas de sostenibilidad y expansión tomando como parámetro el adecuado manejo de los recursos ambientales. En resumen, su tesis invita a las generaciones actuales a satisfacer sus necesidades con proyectos que no sólo busquen generar ingresos económicos, sino que además cuiden la calidad de vida futura de quienes conforman la sociedad y su entorno. 

En el país, según expone el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), desde la década de 1990, se han estado generando reformas institucionales, económicas y políticas que además de haber impactado positivamente en el desarrollo socioeconómico y generado un crecimiento sostenible a nivel nacional, han despertado el interés de visionarios que han desarrollado sus iniciativas de negocio sobre estos parámetros.

Edison Santos es uno de estos jóvenes emprendedores. Hace más de cinco años creó Ecomensajería, una empresa que basa su operatividad en la movilidad sostenible, valiéndose del uso de vehículos motorizados eléctricos o de baja emisión, y cuya visión es lograr un impacto positivo en la economía, la sociedad y el medioambiente. “Cuando un emprendimiento logra ese triple impacto -económico, social y ambiental- hace que el trabajo se convierta en un aporte para construir un mundo mejor. Es una tarea difícil, pero vale la pena el esfuerzo, porque una vez se cruza la barrera de la resistencia al cambio, el beneficio no sólo es para el emprendedor, es para todos”, indica Santos.

Yomaira Martinó es otra emprendedora que entiende que la sostenibilidad como materia prima de negocio es una opción posible, siempre y cuando se ofrezcan productos o servicios que apunten a ofrecer soluciones a los paradigmas que más retan a la humanidad, como la protección a la biodiversidad o el cambio climático. De ahí que, a través de su empresa GreEnergy, brinda soluciones de generación de electricidad por medio del uso de tecnología de punta mediante fuentes no convencionales de energía. “GreEnergy es básicamente una plataforma de servicios enfocada en apoyar a los gobiernos, las empresas, la sociedad civil y la academia para lograr esa sostenibilidad. Nos enfocamos en temas que garanticen el desarrollo sostenible, como la energía, el cambio climático, el ordenamiento territorial y la capacitación de manera transversal”, cuenta. 

A favor de la sociedad

Paola Santana sigue también la misma corriente. Aunque inició en el camino del emprendimiento sin los conocimientos básicos de negocio, siempre tuvo una visión clara: crear algo a favor de la sociedad que no existiera en el mundo. Partiendo de ahí, nace Matternet, una compañía compuesta por una red de drones que mueven pequeñas cargas -de hasta siete libras de un sitio “A” a un sitio “B” sobre 20 o 30 kilómetros de manera autónoma.

“Empezamos en el 2011 con el deseo de conectar comunidades aisladas que no tenían otra manera de tener acceso a los bienes y ser vicios de sus mercados locales más cercanos. Nos preguntamos si era posible saltar las etapas de desarrollo tradicional sobre infraestructura y en vez de construir una calle, una carretera, tener un carro que consuma combustible y un conductor manejando ese carro, podíamos diseñar otra opción. Entonces, descubrimos que sí era posible utilizando un drone”, relata.

La inmediatez, accesibilidad y fiabilidad del sistema de entregas son ventajas evidentes, pero detrás de las operaciones de Matternet subyace un impacto ambiental positivo, ya que por cada servicio o vuelo que realiza, reduce las emisiones de CO2 y la dependencia del uso de combustibles fósiles, lo cual representa un aporte por el que se le considera socialmente sostenible.

Ecomensajería, GreEnergy y Matternet forman parte de las empresas sociales referentes de jóvenes dominicanos interesados en buscar soluciones para problemas reales y cuyo motivo es crear una transformación social en la forma de hacer negocios a nivel nacional e internacional. 

Incentivos legales para emprender con sostenibilidad 

La República Dominicana posee en la Constitución un marco legal a favor del desarrollo sostenible. En el artículo 217 sobre el régimen económico y financiero se destaca: “El régimen económico se orienta hacia la búsqueda del desarrollo humano. Se fundamenta en el crecimiento económico, la redistribución de la riqueza, la justicia social, la equidad, la cohesión social y territorial y la sostenibilidad ambiental en un marco de libre competencia, igualdad de oportunidades, responsabilidad social, participación y solidaridad”.