Las crisis son inesperadas… ¡Son esas tormentas que amenazan con derribar nuestra barca! Los momentos de cambio e incertidumbre ponen a prueba nuestra capacidad de reinventarnos. Pueden ser de distintas naturalezas: económicas, sociales, políticas, bélicas, personales, emocionales o de salud pública, como la que tuvimos que enfrentar –de forma aguerrida- en este 2020, con la pandemia del Covid 19.

De repente, la vida social, laboral y política se paralizó. ¡Enfrentábamos a la muerte misma! ¡El terror era evidente! Pero, en un momento así, ¿qué podemos hacer?… ¿Puedo sacar a flote mi emprendimiento en medio de la adversidad?; ¿qué hago si pierdo clientes por la crisis?; ¿de qué vivo si me despiden?; ¿cuáles alternativas tengo?…

Para el emprendedor, las crisis deberían representar una oportunidad para identificar necesidades, con miras a suplir un producto o servicio. “Es necesario que los emprendedores aprendan a utilizar su mente creativa y empiecen a cambiar –un paso a la vez- la realidad que les rodea”, expresó Johana Herrera, asesora de emprendimiento.

Según Herrera, para facilitar el proceso de identificación de las necesidades, el emprendedor podría asociarse con personas que complementen su conocimiento. “Conviértete en la opción económica de tu mercado; crea estrategias para darte a conocer y crecer; mantente a la vanguardia y sácale el mayor provecho a la tecnología… Ten la mente abierta para hacer los ajustes de lugar”, indicó.

Hay que tener claro también que las crisis no duran para siempre, por lo que –otro consejo- sería no dejarse arrastrar por el abatimiento, la desesperanza y el temor. Aunque quizás tengas que ajustarte a los tiempos y renunciar a estrategias que representan un alto costo para ti. Al final, se debe abogar por la vía que represente menos gastos y mayor nivel de beneficio.

Cabe destacar que algunos emprendedores suelen sortear los momentos difíciles, pero hay otros que se quedan en el camino. ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro? Simple… La diferencia entre uno y otro radica en las estrategias ejecutadas, así como en la capacidad de adecuarse a las nuevas circunstancias.

6 claves…

  1. Cambia la visión.- La vida es un emprendimiento comunitario. Si bien cada uno de nosotros tiene una responsabilidad indelegable e intransferible, lo importante es reconocer el sentido de integración; saber que tenemos una cuota para que el cambio que anhelamos se produzca.
  2. Identifica la lección.- Cuando las crisis se producen de nada vale buscar culpable o quejarse; lo importante es identificar qué podemos aprender. Finalizada la crisis, el ser humano no puede ser igual, porque se supone que estos momentos ayudan a que repensemos la manera en que hemos venido desenvolviéndonos; hay que reflexionar sobre los modelos productivos, económicos, sociales, ambientales y políticos.
  3. Suple la necesidad.- Es importante suplir la necesidad de las personas en tiempo de crisis. Por ejemplo, en el caso del Covid 19, millones de personas tuvieron que quedarse en sus casas, por lo que los juegos en línea, las consolas de videojuegos, las aplicaciones de ejercicio y los libros online aumentaron su demanda. También, muchos tuvieron que trabajar o estudiar desde el hogar, por lo que se vieron en la obligación de descargar innumerables herramientas digitales para aumentar su productividad y mantener una relación de cercanía con su equipo.
  4. Crea una alternativa.- Ofrece a tus clientes una alternativa que sea de utilidad para los tiempos de crisis, ya sea asesorías, talleres, consultoría de proyectos, entre otros.
  5. Ejecuta una estrategia.- Luego de los pasos anteriores, procede a fijar los lineamientos de una estrategia para darte a conocer; por ejemplo, una estrategia de marketing digital. ¡Ejecútala!
  6. Adáptate.- Recuerda que los cambios son propios de los tiempos de crisis, por lo que ten una mente abierta y haz los ajustes necesarios a tu estrategia, plan o servicio. ¡No te cierres!

¡La crisis más reciente!

Startup Genome, una organización de asesoramiento e investigación del ecosistema emprendedor en los Estados Unidos, publicó el informe “The impact of Covid-19 on Global Startup Ecosystem”, en el que se resaltan las consecuencias del virus en el mundo emprendedor; por ejemplo, la caída de la inversión de capital de riesgos. Según el reporte, los acuerdos de capital de riesgos en China se contrajeron entre un 50% y un 57% desde que inició la crisis en los primeros dos meses de este año, en relación con el resto del mundo. Si una caída de este tipo ocurre a nivel mundial, incluso por sólo dos meses, cerca de US$ 28,000 millones en inversión inicial se perderían en el 2020. ¡Esto sería dramático para las empresas!

Con base en esto, la firma realizó una comparación con las pérdidas de inversiones durante las dos recesiones más recientes: la del 2000-2001 y la del 2007-2009. De acuerdo con Startup Genome, en estos casos, las caídas totales en las inversiones globales de capital de riesgos fueron de 21,6% y 29,3% respectivamente, el equivalente a una disminución de hasta US$ 86,400 millones. “Después de las dos últimas recesiones, las inversiones globales de capital de riesgos tomaron uno (2007-2008) y tres (2000-2001) años para recuperarse a los niveles previos a la contracción”, expresó la firma.

Startup Genome destacó también que aunque el Covid-19 ha afectado gravemente la economía de las naciones más ricas del mundo y muy probablemente los países en desarrollo sufran consecuencias aún mayores, las nuevas empresas tienen un papel muy importante, especialmente en materia de empleo. En este sentido, aseguró que en una recesión mientras las empresas consolidadas tienden a centrarse en reducir el personal, las empresas jóvenes -que buscan expandir sus operaciones y crecer a partir de las oportunidades que llegaron con la crisis- son las que más contratan.