“Quiéreme como soy” es una fundación sin fines de lucro que desde el 2011 realiza acciones a favor de la inclusión de personas con necesidades especiales a nivel cognitivo. Nació a raíz de un evento en el que muchos se unieron para revelar la realidad de los niños y jóvenes con Síndrome de Down y Autismo.
Oscar Villanueva fue educado en un hogar en el que existía un sólido compromiso con el trabajo y el éxito. “No habían sábados o domingos que no se dieran tal cual como un simple lunes, por lo que sacar tiempo para algo que no fuese direccionado a lo que era el trabajo, la dedicación y el crecimiento del patrimonio de la familia era inusual”, contó ante un auditorio repleto de personas; muchos de ellos, con alguna incapacidad.
Romper este esquema nunca estuvo entre sus planes. De hecho, en más de una ocasión, describió el hecho de emprender con “Quiéreme como soy” como el producto de una “diosidencia”, al hacer referencia de que era el plan de Dios.
“La institución nace a raíz de una experiencia única. En 2010, durante los II Juegos Latinoamericanos de Olimpiadas Especiales, mi hijo Luís Oscar, quien tiene Síndrome de Down, tuvo la oportunidad de participar y ganar una medalla de oro para la República Dominicana. Fue un momento muy emocionante que casualmente fue grabado y posteriormente editado por una persona muy talentosa. El resultado dio lugar a un vídeo de seis minutos que no sólo empujo a mi familia a salir del anonimato, dar la cara y llevar un mensaje de aceptación de nuestros hijos, sino que impactó mi vida y la de miles de familias”, puntualizó.
Haber participado en estas olimpiadas especiales también permitió que Villanueva compartiera con la delegación dominicana. Durante los nueve días que estuvo con ellos, pudo darse cuenta de las necesidades de estos atletas. Se cuestionó sobre su futuro, si no se desarrollaban las bases de una sociedad inclusiva. Así es como en la semana de donación de fondos del programa “Global Week of Caring” de Ford Motor Company, que como ejecutivo manejaba desde el Grupo Viamar, decidió utilizar los recursos de dicho programa a favor del equipo de Olimpíadas Especiales y la Asociación Dominicana de Síndrome de Down (ADOSID).
¡El gran evento!
Pero, todo cobró un mayor alcance con un evento… “Analicé que con los fondos que teníamos, más la cantidad de dinero que podríamos generar con el apoyo de otras entidades privadas del país, no íbamos a generar un verdadero impacto. No era suficiente con donar de forma directa el dinero recaudado, teníamos que ir más lejos. Nos reunimos con diferentes empresarios y consolidamos un grupo de patrocinadores para organizar un evento totalmente diferente en el Palacio de los Deportes”, recordó Villanueva.
Este evento de sensibilización social se catapultó como uno de los más trascendentales de la historia contemporánea dominicana. Reunió a cientos de personas especiales acompañadas de celebridades, políticos, comediantes, artistas, actores, deportistas y personalidades destacadas. Además, estableció las bases para la creación de “Quiéreme como soy” como una institución sin fines de lucro y marcó el despertar de una sociedad que lucha, vela y promueve por los derechos de las personas.
“No tenía una planificación estratégica, sólo la lógica que me advertía que me enfrentaba a un tipo de organización totalmente diferente. Pero, sabía que sería un proyecto extraordinario y tenía la pasión que me empujaba a luchar por ello. Hemos logrado marcar un antes y un después en el tema de la inclusión”, subrayó.
LABOR SOLIDARIA
Desde la institución, se realizan varios proyectos de sensibilización, educación e inclusión que han alcanzado a miles de personas en todo el territorio nacional. Estos programas son:
- Plan de Inclusión Laboral (PIL).- Busca incorporar a jóvenes adultos con necesidades cognitivas especiales en empresas del mercado nacional. Hasta la fecha, 12 empleados han sido colocados en las compañías que participan en el PIL.
- Campañas de concientización.- Campañas publicitarias en las que se trabaja la concientización social. A través de estas, se crean anuncios que provocan la reflexión sobre la aceptación familiar, así como la inclusión escolar, social y laboral.
- Coletuor.- Son charlas dirigidas al sector escolar que buscan educar a niños y adolescentes -de entre 9 y 17 años- sobre las necesidades cognitivas especiales. En cada encuentro, se realizan dinámicas vivenciales sobre el tema y se trabaja para crear consciencia sobre la igualdad y la importancia de aceptarnos como somos.
- Eventos.- Iniciaron en el 2010 con la finalidad de crear un espacio en el que la sociedad pueda compartir el sentimiento de luchar por una sociedad inclusiva. Hasta la fecha, han participado más de 45,000 personas.
UNA PERCEPCIÓN MÁS PERSONAL
Antes de “Quiereme como soy”, ninguna fundación había incursionado en la organización de un evento de tal magnitud… ¿Cuál entiende que fue el secreto para lograr algo tan grande en tan poco tiempo?
“Antes de pensar en crear una actividad como esta, hubo mucho razonamiento sobre lo que podíamos hacer. En definitiva, el resultado tiene mucho que ver con el talento que se sentó en la mesa junto a nosotros, y gracias al apoyo recibido por parte de entidades privadas y las personas que se sumaron al evento”.
Cada año, la fundación innova en la forma de presentar sus eventos y en cada ocasión se comparten historias distintas que impactan la vida de muchos… ¿Cuál de todas estas historias es la que más ha marcado su vida? “
En realidad, tengo muchas historias. Una -en especial- es la que retrata el personaje que está contenido dentro de los seis relatos wwwwdocumentados en la película “Lo que siento por ti”. Se trata de una madre soltera, cuyos dos hijos están diagnosticados con trastornos del espectro autista. El trabajo que esa señora pasó fue algo que ni siquiera la película es capaz de honrar, debido a que en la República Dominicana, para una persona con pocos recursos económicos, enfrentarse a la experiencia de educar a alguien con Síndrome de Down o cualquier discapacidad cognitiva, es muy difícil. Pero, poco a poco, las cosas empezaron a dar un giro positivo gracias a su dedicación y esfuerzo por generar cambios en su entorno. Hoy en día, su hijo está incluido. Ella asegura que lo más importante no es lo que ha podido hacer de forma directa o a través de la institución que preside, sino debido a la receptividad que ha habido en la sociedad para que su hijo se sienta parte de ella. Gracias a este testimonio, veo que vale la pena la transformación que como institución venimos a traer”.
Hablando de una República Dominicana inclusiva, aunque se han dado pasos agigantados en el tema de la inclusión social, deportiva y laboral de las personas con discapacidad, todavía tenemos un largo camino por recorrer. Si pudiera enumerar algunas de las cosas que hacen falta para mejorar esta condición actual, ¿cuáles serían y cuáles acciones tomaría en cuanta para resolverlas?
“No hay duda de que hemos evolucionado muchísimo y creo que en los últimos años más que nunca. Muchos de los recursos que el gobierno central ha invertido han hecho posible esa evolución a través de intervenciones gubernamentales para que la sociedad vea el tema como se debe, como algo natural que forma parte de la vida. Igualmente, las empresas privadas se han sumado a la causa, insertando jóvenes especiales dentro de su personal laboral, no tan sólo porque la ley lo exige, sino porque que hay un sentimiento real que se ha ido despertando. Sin embargo, entiendo que uno de los aspectos a mejorar está dentro del sistema educativo. Creo que el Gobierno debe crear una plataforma de formación de docentes con programas dirigidos a niños y jóvenes especiales. Es importante crear una base que vaya desde abajo hacia arriba y que provea a profesionales de herramientas para la inserción”.
Desde el inicio de sus operaciones hasta la fecha, “Quiéreme como soy” ha ido superando sus objetivos… Con miras al futuro, ¿cuáles acciones, metas o proyectos tienen pensado realizar? “Yo veo a la fundación como un patrimonio nacional y una promesa que se puede internacionalizar. He conocido muchas instituciones y ninguna es como nuestra fundación. Hemos venido creciendo de una manera muy orgánica y espontánea, basándonos en un esquema cuyo proceso se inicia con la sensibilización y termina con la inclusión laboral. Ese patrón diferenciador permite que sea una plataforma exportable. De hecho, las condiciones para que eso suceda, ya están dadas gracias a las conexiones que hemos estado estableciendo con representantes de importantes entidades internacionales, como la Special Olimpics. Igualmente, queremos continuar realizando acciones que nos permitan seguir influenciando, de manera directa o indirecta, a las personas que toman decisiones en la República Dominicana, y -con ello- generar cambios en políticas públicas a favor de una sociedad aún más inclusiva”.
¿Cuál es el mejor consejo que puede compartir con aquellos padres cuyos hijos han sido diagnosticados con discapacidad cognitiva?
“Aceptación, porque sin ese sentimiento los seres humanos no pueden enfrentar nada. Debemos aprende a ver la vida con el nivel de responsabilidad que la misma nos trae. Como padres, nuestro rol no es únicamente proteger a nuestros hijos, sino asegurarnos de su correcto crecimiento, proveyéndoles de las mejores herramientas para que crezcan en un ambiente donde haya aceptación y no vergüenza”.
¿Cuál ha sido su principal reto al emprender con esta institución y cómo lo superó?
“Mi mayor reto es ser preso de mi cuadro de responsabilidad. Es algo que no he superado. Me da mucho trabajo balancear el tiempo que le dedico a mi vida, entre Quiéreme como soy y mi responsabilidad empresarial. No poder manejar ese aspecto suele ser abrumador. Creo que esa es la mayor lucha que tengo ahora mismo y espero no morir con ella”.