Escrito por: Elvira Lora
Rizek Cacao se ha transformado de materia prima a ingrediente diferenciado para la industria chocolatera.
La filosofía empresarial
La filosofía de Rizek Cacao se puede resumir en el objetivo de “crear valor a través de un concepto global de calidad que comprende crear sabores y productos distintivos, instaurar y fomentar buenas prácticas agrícolas, promover una verdadera consciencia ética y ambiental, lograr una real sostenibilidad a través del respeto de las leyes laborales y la rastreabilidad transparente y completa a lo largo de todas las etapas de producción, desde la siembra hasta la comercialización”.
Desde la década de 1990 el enfoque de la familia Rizek ha sido convertir el cacao en una marca país, y lo ha logrado. Desde comienzos del siglo XXI los volúmenes de producción y exportación han fluctuado entre 12 y 14 mil toneladas métricas al año.
Los registros, valorados tanto a nivel nacional como internacional, motivaron a las personas organizadoras de la Feria Emprendedores República Dominicana 2014 entregar a esta familia un reconocimiento, el cual fue recibido por Héctor José Rizek Llabaly, presidente tesorero de la empresa de origen francomacorisano. Rizek Cacao exporta a la mayoría de los países que posean una infraestructura industrial y tradición en la producción y venta de cacaos finos. Hasta principio de 1990 la República Dominicana era conocida principalmente por el cacao sin fermentar denominado Sánchez, por la costumbre de designar la materia prima con el puerto de embarque, y es la visión estratégica y el trabajo tenaz de Rizek Llabaly lo que permitió que esta producción se refinara.
Entre las décadas de 1970 y 1990, el emprendedor adquirió un gran número de fincas cacaoteras, forjándole así a su empresa la identidad única, que en gran parte los caracteriza, de ser productores y procesadores además de exportadores de cacao en grano. “En el año 1981 nos convertimos en los primeros exportadores del país posición que hemos conservado desde entonces”, precisó el empresario.
A finales de los 90 el mercado del chocolate dio un giro hacia productos con alto porcentaje de cacao, puesto que este se había convertido en una materia prima de bajo costo. En el año 1999 la bolsa de Nueva York cotizaba el cacao en menos de 800 USD por TM. El primer ejemplo de cacao con 70% del grano entre sus ingredientes fue el Guanaja de Chocolaterie Valrhona, lanzado en 1990.
Paradójicamente el hecho de aumentar las cantidades de una materia prima produjo un efecto opuesto a lo que la industria esperaba: más cacao en un producto destinado al consumidor final significaba que el no podía presentar defectos mayores; volviendo así a tener vigencia a la división entre cacaos finos y cacao corrientes.
En la actualidad evolucionan las mentalidades y la educación de los consumidores: las nuevas generaciones tienen sed de un verdadero saber y no se contentan de simples eslogans publicitarios. Nace así una consciencia social y una preocupación auténtica por las condiciones de vida de los productores de cacao en los países más pobres; asimismo, se desarrolla una nueva consciencia ambiental y el deseo de conocer la cadena de creación de valor del cacao desde el agricultor hasta el producto presente en las estanterías de los supermercados y tiendas gourmet.
EXQUISITAS BARRAS
Ante estos retos y ante las exigencias de calidad organoléptica, de sostenibilidad socio-ambiental y de justificación del valor agregado, la empresa decide cambiar radicalmente el modelo de producción del cacao. En vez de limitarnos a comercializar los granos producidos, fermentados y secados por las familias de pequeños y medianos agricultores, como había sido el caso hasta el momento, Rizek Cacao se determina a intervenir en una etapa anterior, adquiriendo el cacao fresco, recién cosechado, llamado “en baba”.
El hecho de intervenir en el proceso de producción en una etapa precoz permitió concentrar la transformación del cacao en un solo centro de carácter casi-industrial, controlando y, en cierta medida, induciendo las reacciones fisco-químicas y microbiológicas que determinan la creación y el desarrollo de aromas y sabores.
La marca Kah Kow
El know how centenario de esta familia en la producción de cacao fino y de aroma en la República Dominicana le ha permitido la creación de una gama de exquisitas barras de chocolate orgánico, producidas en serie limitada mediante un proceso similar al empleado por la generación dorada de los chocolateros europeos de finales del siglo XIX chocolate.
La marca Kah Kow fue lanzada al mercado nacional en 2011. La aceptación y el crecimiento de la marca han sido exponenciales y en el año 2012 abrieron tienda en Blue Mall, un lugar para exponer creaciones con chocolate y para promover una cultura chocolatera en el corazón de los dominicanos. A principios de 2014, presentaron una nueva plataforma de venta, nuestra página web www. kahkow.com, donde tienen disponibles sus productos de chocolate para la venta a nivel mundial.