Este joven es quien se destacó en el tercer lugar del Premio Pepín Corripio al Emprendedor en la IV Feria Emprendedores de la República Dominicana, con el proyecto: Hannah Drone.
Hannah Drone es un proyecto basado en la construcción y en el mantenimiento de Drones. Un invento que causa revuelo en la actualidad y que de acuerdo con lo que nos explica Harold Ramírez, el propulsor de esta iniciativa, puede ser aplicado en diferentes servicios y necesidades, tales como: monitoreo, detección de incendio, agricultura, fumigación, entre otros.
Ramírez añade que este invento además contribuye con excelentes aportes al mercado. En primer lugar, representa un ahorro al reducir los costos de importación de Drones, ya que se pueden producir directamente en la República Dominicana; y en segundo lugar, puede prevenir y minimizar eventuales accidentes.
El reconocido emprendedor es un estudiante del sexto ciclo de Medicina, y con apenas 23 años, nos cuenta que esta idea surgió al poder reconocer la gran utilidad que poseen los Drones. Además, siempre fue muy optimista en cuanto al emprendimiento dominicano, ya que considera que el mismo se encuentra en pleno auge.
La pasión y el interés genuino por resolver los problemas sociales y las necesidades del país fueron las dos razones fundamentales que motivaron a este joven a crear Hannah Drone. Según nos cuenta, el objetivo final del proyecto es proveer soluciones integrales a precios accesibles, tanto para empresas y personas en el país como para toda Latinoamérica. Adicionalmente, los esfuerzos también se emplean en desarrollar mini drones con fines de diversión y pasatiempo.
Crear una gran satisfacción en los clientes, a través de una empresa de referencia regional en el sector tecnológico, es el principal reto que espera superar Hannah Drone. Los avances del proyecto ya están bastante adelantados; actualmente, Harold se encuentra en la fase de diseño y desde ya las utilidades del mismo a nivel financiero oscilan entre un 25% y un 35%, un resultado bastante aceptable.
Llevar a cabo un proyecto de esta naturaleza realmente requiere de la participación de profesionales con ansias de éxito. En este caso, Harold ha tenido la fortuna de contar con un valioso equipo emprendedor, conformado por ingenieros industriales, químicos electrónicos y telemáticos.
De ahí que Hannah Drone recibiera de manos del viceministro de Fomento a las Mipymes, del Ministerio de Industria y Comercio, Ignacio Méndez, el reconocimiento al tercer lugar del Premio Pepín Corripio al Emprendedor, y con ello un premio metálico de RD$: 200 mil por parte de la Fundación Corripio.
Para Ramírez, el nivel de satisfacción alcanzado con esta nueva aventura es bastante elevado; nos cuenta que el haber sido reconocido con el tercer lugar de la IV FERD le demuestra que el esfuerzo dedicado no ha sido en vano, pues le permitió reconocer la posición en la que se encuentra en el mercado.
“Esta oportunidad me permitió darme cuenta de la demanda que existe hacia este tipo de tecnología, tanto de personas como de empresas; no obstante, también hizo que analizara la gran ventaja de no tener ningún otro competidor en el sector”, asegura.
Sin embargo, en principio no siempre fue así, porque como todo proyecto atravesó etapas críticas que como emprendedor, sólo con el entusiasmo de continuar sin mirar los obstáculos, pudo culminar un objetivo tan desafiante y exigente como éste.
“Para poder presentar hoy lo que es Hannah Drone fueron muchos los tiempos difíciles que tuve que afrontar; por ejemplo, en la etapa inicial del proyecto se me presentaron muchas carencias de recursos económicos, tampoco contaba con un local para presentar el avance del proyecto, y adicionalmente el desconocimiento por parte de las personas del uso de esta tecnología ponía en jaque mi inversión, al no garantizar la rentabilidad mínima requerida”, cuenta. Momentos que asegura pudo superar escudado de la pasión, la perseverancia y la fe en Dios.
En los próximos cinco años, Ramírez visualiza el negocio con “un mínimo de un 15% anual y expandido en toda la región de Latinoamérica”.
Harold Ramírez fue galardonado con un premio metálico de 250 mil pesos, una hora de asesoría con el empresario Pepín Corripio y un año de asesoría legal, financiera y publicitaria.