Escrito por: Elvira Lora

Paola Severino mostrando parte de sus creaciones.

Manolité que proviene de la palabra manualidades y significa hecho con las manos, es el taller de artesanías de Paola Severino. Una emprendedora que con sus productos elaborados a base de hilo, ha logrado transformar la idea en la mente de los consumidores de que con la técnica del crochet solo se podían realizar los famosos pañitos de mecedora o de mesa que confeccionaba la abuelita.

“La marca surgió inicialmente como un pasatiempo, pues me di cuenta que el crochet tenía un alto potencial de crecimiento en nuestro país y decidí transformar ese pasatiempo en un negocio formal con la finalidad de explotar mi pasión y creatividad en las manualidades, así como educar al público sobre la gran variedad de diseños que ofrece esta técnica”, explica Severino.

Para la fundadora lo más difícil de convertirse en emprendedora fue saber que ya no podía contar con un sueldo fijo. Sin embargo, esa incertidumbre la motiva a dar lo mejor de sí para lograr que su negocio crezca.

Antes de abrir el negocio, la propietaria de Manolité se convenció de que sí podía hacerlo y de que era el momento ideal para dar el salto. Estaba consciente que debía contar con un respaldo económico que le permitiera desarrollar su marca, comprar materia prima, invertir en publicidad y en redes sociales.

“Creo que lo más importante de toda emprendedora es respirar en cuerpo y alma su negocio. Estar consciente de que no tendrá un trabajo de ocho de la mañana a cinco de la tarde, sino de 24 horas porque hasta durmiendo llegan ideas en los sueños”, precisa Severino.

El taller de artesanías se preocupa porque los diseños sean elaborados con materiales de buena calidad y de que la terminación de las piezas sea excelente. Además, de ofrecer diseños vanguardistas, contemporáneos y personalizados.

Manolité elabora piezas para mujeres en edades comprendidas entre los 18 y 35 años. Aunque cuenta con productos para caballeros, pero esta línea se ha desarrollado menos por la percepción que poseen los hombres sobre usar productos elaborados con esta técnica.

Para Severino los indicadores de éxito incluyen valores, compromiso con el cliente, trabajo en equipo, responsabilidad en los tiempos de entrega, servicio pos-venta y excelencia.  

¿Cuál es el proceso de confección y entrega?

El proceso de confección de los artículos comienza con un patrón por escrito, el cual se le suministra a la mano de obra junto con las especificaciones de lugar.

Posteriormente, pasa al proceso de costura en caso de que lo amerite y finalmente la terminación que varían desde el etiquetado y empaque hasta el manejo de pedrería. Debido a que tratamos de tener artículos listos para entrega inmediata. Cuenta con algunos distribuidores autorizados.

Las empleadas ya conocen el proceso completo de confección y por ende el tiempo en producción se reduce.

Se enfocan mucho en trabajar de manera personalizada, y por el momento en la gran mayoría de los casos por encargo. Nuestros tiempos de entrega varían de acuerdo al grueso del pedido, pero usualmente para el cliente final el tiempo no excede de las dos semanas, pues están comprometidos con la labor que realizan.

Exprésate

– Profesión
Soy egresada de Mercadeo y tengo un Máster en Gestión de Empresas concentración Estrategia, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. He querido orientar mi carrera hacia el comercio electrónico, por lo que esto y cursando actual mente un diplomado en la Pontifica Universidad Bolivariana y asesorando a emprendedores que deseen formalizar su negocio en línea.

– Emprendedor referente
Ryan Larrauri, autor del libro Génesis y Evolución del Mercadeo en República Dominicana, y uno de los pioneros en comercio electrónico en República Dominicana.

-Cómo visualiza el país
En materia de comercio electrónico el país se encuentra netamente en pañales. Son muy pocas las compañías de retail que hasta el momento se han lanzado a este tipo de negocio debido a las diversas barreras de entrada que aún se tiene, como por ejemplo: desconfianza del consumidor en los métodos de pago que involucren tarjetas de crédito, falta de educación hacia el emprendedor de alguna entidad privada, del gobierno o sin fines de lucro sobre los pasos a seguir y las opciones existentes para comenzar un proyecto de tal envergadura, público final en cantidad medianamente limita da que tiene acceso a computadoras o conocimientos tecnológicos.